Azul era el color de la tinta con el que experimenté la plenitud de las primeras letras reconocibles por los otros, y respetadas por el sistema socio-escolar. Azul intenso es el cielo por las noches cuando insinúa silenciosamente la grandeza de lo sencillo. Azul es el océano, único arcón abierto… juego del tesoro que nadie termina de descubrir. Azul se me figura el color de la caricia. Entre el cielo y el mar el azul flota, se choca, a la Tierra toda se expande. En azul veo navegar la poesía, vertiente nutricia que reinventa la vida, la ilusión y el sentir. Azul veo la línea que une los enigmas, el hilo que teje la causa. Azul siento el aire que me sostiene. Azul el Mediterráneo y el Atlántico… Azul es el color de Venezia. Azul se me vuelve título del Todo.

jueves, 12 de abril de 2012

No es posible la prisa

He visto a una niña sufrir.
La pena se le hunde en el pecho.
Hubo un suspiro
que interrumpió su llanto:
"extraño a mi Papá".
Ay, si pudiera yo quitarte
                                      el dolor.
Si lograra rescatar la caricia que te dé
                                      el consuelo.
Sólo puedo sostener tu cuerpo
                                      en este abrazo.
Acompañarte en la búsqueda
                                      de la calma.
El dolor no puede quitártelo
                                      nadie.
A la angustia no hay palabra
                                      que la desaloje.
Niña en pena, la vida te quiebra
                                      hoy.
Te prometo que mañana te encontrará
                                      entera.

2 comentarios:

  1. Sabes querida amiga que estas palabras tienen mucho significado para mi. Pues, casi veintidós años después me encuentro tan vulnerable como aquel primer día...

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    1. Lo sé y me duele tu dolor. También sé que la intensidad de tu pena es proporcional a la dicha que te regaló su presencia y que te habitará por siempre.

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