Un ladrido en eco
se enreda en sus recuerdos.
Una extensión verde
más allá de su visión.
Allí donde la mirada
se eclipsa con la nada,
se dibuja una figura.
Sombrero incierto,
espalda abatida,
paso seguro, y
una duda de escolta.
El tiempo perdido
multiplica cruelmente
la distancia del campo.
Pensó en galopar
por el atajo.
Imaginó que la historia
se recuperaba.
Tembló ante el riesgo
y -una vez más-
rompió el cuento de hadas.
Ella decidió aletargarse,
él nunca supo que su duda
fue amarrada a doble lazo.
sábado, 28 de abril de 2012
martes, 24 de abril de 2012
Mi ciudad
En cada esquina discuten
fantasmas y duendes.
La gente circula sin ver.
Los autos se mueven como toros.
Las ventanas se hacen vidrieras.
El desorden dibuja un orden.
Buenos Aires y su gente
se penetran, se mezclan.
Se respira una locura única,
se pisa un suelo extraño.
Palomas, perros, gatos,
humanos...
Todos se ignoran,
todos cohabitan.
Barrios coquetos, exóticos,
y villas.
Todos se ignoran,
todos cohabitan.
Pero "los trapitos" se lavan en casa,
el Río de la Plata
todo lo ataja.
fantasmas y duendes.
La gente circula sin ver.
Los autos se mueven como toros.
Las ventanas se hacen vidrieras.
El desorden dibuja un orden.
Buenos Aires y su gente
se penetran, se mezclan.
Se respira una locura única,
se pisa un suelo extraño.
Palomas, perros, gatos,
humanos...
Todos se ignoran,
todos cohabitan.
Barrios coquetos, exóticos,
y villas.
Todos se ignoran,
todos cohabitan.
Pero "los trapitos" se lavan en casa,
el Río de la Plata
todo lo ataja.
Gusano inglés
Duerme en el ciprés,
se ríe en inglés,
bebe té galés,
espía del revés,
teje que teje
de tres en tres.
Coplita del paisanito
En un terroncito de tierra le dijo
vos sos mi amorcito, te quiero y
te pido que también vos,
me quieraaaaaaaaaaaaaaaaaaas...
Saltos
Una extensa fila de recuerdos
pueblan su memoria.
Narra historias con estilo.
La infancia y la juventud,
sus protagonistas de gala.
También los miedos
merodean,
y en las noches
se esbozan.
Una vida transitada,
errores y aciertos,
logros y fracasos,
dolores y dichas,
ausencias y presencias.
El camino con sus huellas,
la ilusión remanente,
la pena a cuestas.
La mirada cansada,
el corazón dispuesto,
el abrazo abierto.
Una extensa fila de recuerdos
pueblan su memoria.
Un puñado de deseos
le empujan el alma.
pueblan su memoria.
Narra historias con estilo.
La infancia y la juventud,
sus protagonistas de gala.
También los miedos
merodean,
y en las noches
se esbozan.
Una vida transitada,
errores y aciertos,
logros y fracasos,
dolores y dichas,
ausencias y presencias.
El camino con sus huellas,
la ilusión remanente,
la pena a cuestas.
La mirada cansada,
el corazón dispuesto,
el abrazo abierto.
Una extensa fila de recuerdos
pueblan su memoria.
Un puñado de deseos
le empujan el alma.
jueves, 19 de abril de 2012
Llagas mutantes
Sonaba un olé,
entre palmas libres
y lágrimas ocultas
rodaba el cante.
Lamento, quiebre,
talones firmes,
el mantón cubriendo
el dolor.
La espalda en luna,
la mirada partida,
los palillos ardiendo,
la voz en aullido.
El penar del linaje,
los gritos de la ausencia,
la obsesión de la dicha,
Andalucía con toda su gitanería...
El tablao eterno
con la sangre de Federico.
Un toro ciego,
un capote encendido.
Olé... en la piel,
en los huesos,
en los ríos y
las esquinas.
Ayes inconclusos
se agolpan.
Un moro espía,
su sombra crece.
entre palmas libres
y lágrimas ocultas
rodaba el cante.
Lamento, quiebre,
talones firmes,
el mantón cubriendo
el dolor.
La espalda en luna,
la mirada partida,
los palillos ardiendo,
la voz en aullido.
El penar del linaje,
los gritos de la ausencia,
la obsesión de la dicha,
Andalucía con toda su gitanería...
El tablao eterno
con la sangre de Federico.
Un toro ciego,
un capote encendido.
Olé... en la piel,
en los huesos,
en los ríos y
las esquinas.
Ayes inconclusos
se agolpan.
Un moro espía,
su sombra crece.
miércoles, 18 de abril de 2012
Roma
Hubo un tiempo
de soles dorados.
Una tierra de pasiones
trepadoras.
Trajes, manjares y vides
en lo alto;
esclavos, miseria y ausencias
por debajo.
Escuela de estrategias
¡deleite de poderes!
El Gran Imperio Romano
no está en ruinas,
rastrea la Tierra
día tras día. Omnipresencia que vaga, se muestra,seduce...
En el bosque-jo
Es noche, no hay sombra.
Hay ruidos y sonidos.
Los fantasmas se enfrentan, HHHHHHHHHHHHH
algunos perecen, otros se ensanchan.
Las voces se hamacan ¿?¿?¿?¿?¿?¿?
en el horizonte.
Se encadenan sus ecos.
Un alfil cruza el tablero. +++++++++
Los trazos ciegos de un dibujo
se chocan, se penetran, 77
avanzan. ---------------´ÇÇÇÇ---------´´--------
No hay atajo, ni retorno.
La suerte siempre
está echada. ***ªªªªª
Rueda la danza
sobre los pentagramas.
Y... cuando el final llegue
la biografía quedará desnuda. 0000000000000
El barro será su aliado,
esculpirá una noche eterna,
una cueva infinita ···········^^^^^^^^^^^^^^^^^^^
para guardar
la caída. ::::::
jueves, 12 de abril de 2012
...
Un anuncio late,
una música lejana me hipnotiza.
No comprendo mucho,
algo se suspende y me enlaza.
Lucho entre el temor y el deseo.
Un verbo me torea.
Las lineas del paisaje se presentan,
sus sombras me asustan,
sus luces me encandilan.
Se altera el rumbo,
se agita el aire,
se alza la marea.
Un anuncio late.
una música lejana me hipnotiza.
No comprendo mucho,
algo se suspende y me enlaza.
Lucho entre el temor y el deseo.
Un verbo me torea.
Las lineas del paisaje se presentan,
sus sombras me asustan,
sus luces me encandilan.
Se altera el rumbo,
se agita el aire,
se alza la marea.
Un anuncio late.
Pablo Neruda
Hoy, en la sencillez de la mañana,
una nueva vez, ante mis ojos,
tu grito,
tan americano, tan sureño, tan mundano.
Entre tantos poetas en los que me alivio
y me renuevo,
vos sos el espejo más nítido.
Sos de acá y hacía allá,
sos de ayer, de hoy y de quizás.
Hay en tu poesía una geografía que me construye.
Hay en tu decir una desobediencia que me anima.
En tu origen -confieso- se me lavan los rencores.
En tu voz siento tus pasos,
en tu melancolía me encuentro,
y trascendiéndolo todo, me fundo
en tu Azul enamoramiento:
ese encandilarse con la Natura,
con sus ciclos y sus frutos,
sus poderes y hermosuras.
Poeta de mares profundos,
de riberas cotidianas,
de piedra y arcilla americana,
de luces universales,
de pasiones, anuncios y confesiones.
Maestro de palabra, cartógrafo de emociones,
frágil y fuerte,
hombre real,
remanso de una deriva.
una nueva vez, ante mis ojos,
tu grito,
tan americano, tan sureño, tan mundano.
Entre tantos poetas en los que me alivio
y me renuevo,
vos sos el espejo más nítido.
Sos de acá y hacía allá,
sos de ayer, de hoy y de quizás.
Hay en tu poesía una geografía que me construye.
Hay en tu decir una desobediencia que me anima.
En tu origen -confieso- se me lavan los rencores.
En tu voz siento tus pasos,
en tu melancolía me encuentro,
y trascendiéndolo todo, me fundo
en tu Azul enamoramiento:
ese encandilarse con la Natura,
con sus ciclos y sus frutos,
sus poderes y hermosuras.
Poeta de mares profundos,
de riberas cotidianas,
de piedra y arcilla americana,
de luces universales,
de pasiones, anuncios y confesiones.
Maestro de palabra, cartógrafo de emociones,
frágil y fuerte,
hombre real,
remanso de una deriva.
Renace
Leen las hojas otoñales,
el hastío de este suelo.
Se degrada la energía,
se precipita y muere.
Entonces, la muerte
hace lugar a la vida.
La transición es tiempo,
la mutación es luz.
En la opaca humedad
se entierra la sombra.
¡Bienvenido el color!
El crujido bajo los pies
sabe a quiebre.
Y desde el polvo
de millares de hojas,
surgen brotes verdes.
Sí, verdes.
Verde camino.
Verde olivo, sauce,
pino, eucalipto,
Verde copas,
Verde néctar.
No es posible la prisa
He visto a una niña sufrir.
La pena se le hunde en el pecho.
Hubo un suspiro
que interrumpió su llanto:
"extraño a mi Papá".
Ay, si pudiera yo quitarte
el dolor.
Si lograra rescatar la caricia que te dé
el consuelo.
Sólo puedo sostener tu cuerpo
en este abrazo.
Acompañarte en la búsqueda
de la calma.
El dolor no puede quitártelo
nadie.
A la angustia no hay palabra
que la desaloje.
Niña en pena, la vida te quiebra
hoy.
Te prometo que mañana te encontrará
entera.
Isla nocturna
Despoblada de palabras.
Pletórica de besos
crece la noche.
Escultura fundida
en pieles de bronce,
bocas de mora.
Latidos inmensos,
sonidos precipitados
en un solo aliento.
No hay muros,
ni tierra, ni cielo.
Navegan y naufragan.
Querido Oscar
Aguerrido en su calma.
Afianzado en sus principios.
La mirada clara y directa.
La palabra honesta
y el hacer dispuesto.
Un eje ancestral lo ilumina.
Lo justo lo convoca.
Presencias y ausencias
lo habitan.
En mi recuerdo:
un joven divertido y ¡bueno!
En mi presente:
un ser confíable,
prudente, sincero, preciso.
En la conjunción
de ayer y hoy:
¡un Amigo!
miércoles, 11 de abril de 2012
Partía
Hubo una mirada,
que nunca ví.
Oí una voz,
que jamás sonó.
Llegó un regalo,
que no envió. agua
Sentí un abrazo,
que guardó. agua
Todo dibujo,
engaño, agua
que va, para agua
no venir,
para partir
¡eternamente!
Sólo hubo fuga
lo que no hubo.
que nunca ví.
Oí una voz,
que jamás sonó.
Llegó un regalo,
que no envió. agua
Sentí un abrazo,
que guardó. agua
Todo dibujo,
engaño, agua
que va, para agua
no venir,
para partir
¡eternamente!
Sólo hubo fuga
lo que no hubo.
La cautiva
Sintió la carreta,
adivinó su promesa.
Los caballos le obedecían.
Su cuerpo retrocedía, lejos,
hasta su piel nueva.
El camino de sauces,
abría aquella luz,
la que ignoraba las sombras,
la que conducía al viejo escondite.
Se anunciaba un ensueño,
retornaba el perfume
del hombre único, vedado,
amado, esperado.
Siempre esperado.
El sol ya se iba,
el abrigo se perdía,
entonces, retornó:
alzó la mirada, y
comprendió.
El tiempo había arrebatado
el romance, sus juventudes,
sólo permanecía el recuerdo,
el dolor, la tristeza, la espera.
Siempre la espera.
Sus dalias la acompañaban,
le daban el granate de ayer,
anidaban las palabras, ya viejas.
La casa, el escondite,
conservaba las risas,
perdonaba las mentiras.
El ensueño del amor,
la locura de la muerte,
la tibieza del recuerdo,
todo vuelto espera.
Siempre la espera.
Tal vez, retornara,
ella quería morir
del modo escondido
que conoció la vida.
Vuelve la espera.
adivinó su promesa.
Los caballos le obedecían.
Su cuerpo retrocedía, lejos,
hasta su piel nueva.
El camino de sauces,
abría aquella luz,
la que ignoraba las sombras,
la que conducía al viejo escondite.
Se anunciaba un ensueño,
retornaba el perfume
del hombre único, vedado,
amado, esperado.
Siempre esperado.
El sol ya se iba,
el abrigo se perdía,
entonces, retornó:
alzó la mirada, y
comprendió.
El tiempo había arrebatado
el romance, sus juventudes,
sólo permanecía el recuerdo,
el dolor, la tristeza, la espera.
Siempre la espera.
Sus dalias la acompañaban,
le daban el granate de ayer,
anidaban las palabras, ya viejas.
La casa, el escondite,
conservaba las risas,
perdonaba las mentiras.
El ensueño del amor,
la locura de la muerte,
la tibieza del recuerdo,
todo vuelto espera.
Siempre la espera.
Tal vez, retornara,
ella quería morir
del modo escondido
que conoció la vida.
Vuelve la espera.
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