Azul era el color de la tinta con el que experimenté la plenitud de las primeras letras reconocibles por los otros, y respetadas por el sistema socio-escolar. Azul intenso es el cielo por las noches cuando insinúa silenciosamente la grandeza de lo sencillo. Azul es el océano, único arcón abierto… juego del tesoro que nadie termina de descubrir. Azul se me figura el color de la caricia. Entre el cielo y el mar el azul flota, se choca, a la Tierra toda se expande. En azul veo navegar la poesía, vertiente nutricia que reinventa la vida, la ilusión y el sentir. Azul veo la línea que une los enigmas, el hilo que teje la causa. Azul siento el aire que me sostiene. Azul el Mediterráneo y el Atlántico… Azul es el color de Venezia. Azul se me vuelve título del Todo.

miércoles, 20 de junio de 2012

Partida

La vida que se inició
en la lejanía del tiempo,
en el extremo de una tierra
de embrujos, saberes ocultos,
y días de milagros.

¡Tanto andado!

qué de lo soñado,
de lo postergado,
de lo perdido.
      QUÉ

Hay un sitio

que no sé nombrar;
que todo lo almacena,
que hace balances,
compensaciones...
No todo queda en armonía.

Entre cargas y descargas,

en plena distracción,
cae la arena en el reloj.
Se desvanece el castillo,
se hace visible el origen.

Es una presencia arcaica,

con traje nuevo; 
                         invade,
                                    nada la calla.
Me mira, sé que espera
mi palabra.

Sólo diré: 

Sabía de tu llegada.
No me pidas más palabras.



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