Azul era el color de la tinta con el que experimenté la plenitud de las primeras letras reconocibles por los otros, y respetadas por el sistema socio-escolar. Azul intenso es el cielo por las noches cuando insinúa silenciosamente la grandeza de lo sencillo. Azul es el océano, único arcón abierto… juego del tesoro que nadie termina de descubrir. Azul se me figura el color de la caricia. Entre el cielo y el mar el azul flota, se choca, a la Tierra toda se expande. En azul veo navegar la poesía, vertiente nutricia que reinventa la vida, la ilusión y el sentir. Azul veo la línea que une los enigmas, el hilo que teje la causa. Azul siento el aire que me sostiene. Azul el Mediterráneo y el Atlántico… Azul es el color de Venezia. Azul se me vuelve título del Todo.

sábado, 29 de marzo de 2014

Gala

Es una carcajada falsa,
inventada para no dejar fisura.
Todo su esfuerzo 
dirigido a sostener
aquella máscara.
¡Noche de gala!                                                               
Desafío muscular.
Sólo deseaba elevarse
de ese espacio y huir...
Una extraña cortesía
la anestesia, y
                     la atormenta.

Inútil obediencia
que la envuelve
en la negrura
                   de un traje rígido.
Diálogos vacíos,
miradas prescindibles,
manjares desperdiciados,
mentiras e hipocresías.

La medianoche se anuncia,
le trae un recuerdo,
toma fuerzas y lo invierte.
Sube las escaleras,
¡afirmándose en sus zapatos!
Deja caer su máscara,
camina y  ríe...
Es una carcajada franca,
liberada para permitir
                                la fisura.


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