Azul era el color de la tinta con el que experimenté la plenitud de las primeras letras reconocibles por los otros, y respetadas por el sistema socio-escolar. Azul intenso es el cielo por las noches cuando insinúa silenciosamente la grandeza de lo sencillo. Azul es el océano, único arcón abierto… juego del tesoro que nadie termina de descubrir. Azul se me figura el color de la caricia. Entre el cielo y el mar el azul flota, se choca, a la Tierra toda se expande. En azul veo navegar la poesía, vertiente nutricia que reinventa la vida, la ilusión y el sentir. Azul veo la línea que une los enigmas, el hilo que teje la causa. Azul siento el aire que me sostiene. Azul el Mediterráneo y el Atlántico… Azul es el color de Venezia. Azul se me vuelve título del Todo.

domingo, 6 de octubre de 2013

Letanía

Sentados a la mesa
pasado y presente
                     se miran.
El vigor del pasado
contempla la vulnerabilidad
                    del presente.
Lo sabido, lo andado,
quedan de bruces
                   ante lo ignorado.
Un extraño sabor
en la boca,
frío en la sangre,
                   desconsuelo.
Se estrecha el camino,
pasado y presente
se enfrentan:
                   la hora,
                              es el tiempo todo.
Infinito,
            es el dolor.

                                                                         29/9/13

2 comentarios:

  1. Me encanta, da la sensación que lees el alma. Felicitaciones.

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    1. Graciela Neira Lage27 de febrero de 2014, 7:46

      Estela, las almas se encuentran y dialogan...
      Cariños!!
      Graciela

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