Han herido de muerte
al centinela que guardaba
mis ilusiones.
Un ejército enemigo
tras el estandarte de la realidad,
arrasó mi terreno.
La estampida resuena,
me lastima.
Se destruyó un mundo,
no logro renunciar, ni aceptar.
Aborrezco este duelo,
no quiero pisar tierra devastada.
Supe ver flores y colores,
donde hoy veo grietas y marasmo.
Oscurece, oscurece,
me quedo sin luz.
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